2.12.2012

Viaje al Hostal del Tiempo y del Destino: Lori Meyers

 
Cuando hablamos de granadinos que rasguean sus guitarras y aporrean sus tambores al estilo más indie-pop del país, inmediatamente nuestra mente nos transporta a los intachables Planetas. Sin embargo, está vez no nos referimos a ellos. Siguiendo la estela de sus predecesores, Lori Meyers ha conseguido un merecidísimo puesto de honor no sólo entre las grandes bandas andaluzas, sino también entre los mejores grupos a nivel nacional. Y ya han pasado 8 años desde el lanzamiento de su disco debut, "Viaje de estudios"; 8 años de trabajo, actuaciones, viajes y esfuerzo que se han comprimido en 4 conciertos y 4 días en la conocida sala madrileña Joy Eslava. Pero no era un evento cualquiera, está vez no. La idea de partida era la siguiente: dedicar cada noche a uno de sus discos, empezando el miércoles con el primero de ellos, al que le continuaría una gran velada de jueves en "Hostal Pimodán". En tercer lugar, el viernes pasó a escena "Cronolánea" y como fin de fiesta, se pudieron saborear los acordes de "Cuando el destino nos alcance" en la noche del sábado. 

Sin desmerecer el trabajo de los conciertos anteriores y aunque los seguidores del estilo loridiano pudieran adquirir abonos para los 4 días, las actuaciones que se masificaron fueron las del fin de semana, que para pena de muchos empezaba el viernes. El público impaciente por el retorno de los granadinos a Madrid agotó enseguida las entradas para la pop-party del sábado, por lo que la organización decidió poner a la venta 50 localidades más para dar rienda suelta al renacimiento ochentudo de su cuarto disco. 

Saturday night y la sala repleta, como ya se podía presagiar. Ansia, ganas de bailoteo, aplausos nerviosos y la mítica cola del ropero esperaban a los de Noni en su particular pista de baile. Y allí aparecen ellos, los seis más esperados de la noche, elegantemente trajeados, atuendo que principalmente les ha caracterizado a lo largo de su última gira. Asistíamos de nuevo junto a nuestros granadinos a una cita con el destino y la sensación de estar recibiendo una buena dosis de música con declaraciones tan especiales como inesperadas. 

¡Comienza el espectáculo! Un espectáculo que podría estar dividido en tres partes de antemano. "Mi realidad" fue la encargada de abrir la caja de sorpresas en una de sus versiones acústicas más arriesgadas. Pero los botes del público no se hicieron esperar con canciones tan fascinantes como "Corazón elocuente" o "Ahá han vuelto". A estos ritmos ochenteros logró adaptarse Jorge, percusionista de Vetusta Morla, que junto a Niños Mutantes fueron los grandes colaboradores de la noche. Tras laureados éxitos del destino y después de un pequeño descanso, llegó el momento de las nuevas composiciones. El fenómeno fan se sumergió en un inevitable silencio provocado por el afán de escuchar las novedades que Lori Meyers están preparando para su próximo disco. Pero aún quedaba el plato fuerte de la noche, la tercera y última aparición de los lojeños sobre el escenario. Se asomaron entonces con más fuerza que nunca "Ham-a-cuckoo", "Dilema" o su gran conocida "Luces de Neón", canciones que no pertenecían a su último album, pero que quisieron compartir con un público totalmente entregado. Y no podía ser otra que "Mi realidad" de nuevo, la culminación de la noche entre globos, confeti y churros con chocolate para todos.

Silbidos en el aire, papelillos flotando, gritos eufóricos e incluso la camisa blanca de Noni volando entre el público fueron la nota final de la singularidad de tan majestuoso evento. Con un "Hasta siempre" se despedían, confirmando una noche más el impulso que canción tras canción les otorga su tremendo directo.
 
 Texto: Los amantes de Alcoy
 
 
 

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