Cuántico es mucho. Tal y como ellos se definen y basándose en sus influencias. A nuestros oídos también nos parece que hay algo de bastantes cosas, matices e ideas por analizar, según ellos mismos, unas raíces del postrock deconstruido: el folk, la electrónica, el rock progresivo e instrumental, el ambient, sin poder evitar algún escarceo inesperado con el pop más melódico.
Cuántico son Adrián Navas, Gonzalo Cuevas y María Sánchez a las guitarras, Eva Urquijo a los teclados, Nacho Abad a la batería, Odette Suárez de Puga a la voz cantante y Sergio González al bajo. Hablando con Sergio, nos comentaba que es un trabajo muy mental, que tocar en Cuántico es una práctica bonita y exigente para la cabeza.
En su primer álbum "Now, I don't remember the truth" nos gusta experimentar el laborioso trabajo que han hecho, de alguna manera, como oyente también se convierte en un trabajo denso y delicado, ejercicios para tu mente.
"Eterno retorno" es una pieza de 8 minutos que abre el disco, hay que decir que todo el álbum está condensado en 6 temas llenos de matices y cambios, y se agradece al dar la sensación de ligereza dentro de cada uno.
Unas notas de piano lúgubres y perfectas para el otoño y la casa abandonada, a las que no sabes cómo reaccionar, a la que les sigue un ambiente delicado y ascendente con las palabras finales.
"Soldiers lament" dura casi lo que la primera, vuelve a empaparse de delicados arpegios entre guitarra y guitarra, al compás de una batería que se tiene que agarrar para no volverse totalmente jazz. Incertidumbre y fuerza en las partes con más decibelios y una voz angelical que se presenta para acompañarnos, así como unas palmas tan en consonancia con el resto de instrumentos, que me parece un estilo a investigar en sí mismo, la traca final lega con violines.
"Last train to Oslo" es una canción viajera, de dormir en estaciones, delicada y que de alguna manera nos recuerda a las emociones de Copenaghe de Vetusta Morla, no se le parece y tiene algo propio que es de agradecer, gran tema.

"The Cage" sigue en la línea de viaje introspectivo con un gran ritmo cajún, que ahora nos lleva al terreno más campestre de unos Hola a todo el mundo, aquí además hay un poso nostálgico que domina a los Cuántico, como si haber grabado en Gijón les hubiera llenado los trastes de yodo y sal, preciosos juegos de voces cuando el ritmo da una tregua.
"Llámame furia" , una instrumental con coros que empieza con aire a Radiohead muy apetecible, lleva unas guitarras con reverb que te meten directamente en el bosque al que te llamaban desde el principio, vas andando, observándolo todo despacio, y cuando te confías, ya estás dando saltitos porque parece que aquí va haber una fiesta, alegre por encima de todo, con esperanzas de que algo bueno va a pasar.
"Follow me" una versión de Penny Nicklace al ukelele. Perfecta para despedirnos y para invitarnos a que les sigamos.
Y lo podemos hacer en Madrid en Noviembre porque van a tocar en Moby Dick el día 8, y en Clamores el 29.
"Now, I dont' remember the truth" en Spotify y en iTunes, y formato físico, y todo lo demás en Cuántico.
Zabamino.
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