Seguro que estás más que cansado de oír y leer eso de “las
grandes esencias se guardan en frascos pequeños”. Pues bien, nadie como VanDyke Parks para ejemplificar este dicho. Y es que, este norteamericano de
estatura menuda se dedica en cuerpo y alma a la elaboración de pequeñas cápsulas
pop. Píldoras, que al abrirse despliegan el embriagador aroma de buena parte de
la cultura popular estadounidense del siglo pasado, una espectacular policromía
de sabores que va volando desde el tropicalismo a la música de cámara, desde el
calypso al folk primitivo y desde el rock americano de raíces a la psicodelia.
Pop panorámico, pop académico, art pop, pop barroco, pop pluscuamperfecto,
llámalo como quieras pero pop mayúsculo.
Su nombre suele ir asociado al de Brian Wilson (Beach Boys),
con quien se embarcó hace décadas en la accidentada gestación del inconcluso y
mítico Smile, el disco maldito por antonomasia, que muchos críticos consideran
la cima del pop. Y aunque en los créditos su nombre aparezca en letra muy pequeña
(colaboró con las letras y la producción), no hay más que escuchar una pequeña parte
de su obra en solitario para darse cuenta del calado de su música en las
legendarias grabaciones firmadas por los Beach Boys.
Su lista de colaboraciones es interminable. Junto Joanna
Newsom trabajó como arreglista, aunque eso no es nada comparado con las más de
cuatro décadas que este pequeño genio lleva dándole lustre al pop. Hoy pide a
gritos ser redescubierto, y tú puedes participar en esta reivindicación
acudiendo el martes 13 de noviembre a la sala El Sol, donde dará su único
concierto en España tras la reciente cancelación en Barcelona. Si te lo
pierdes, la música popular no te lo perdonará. Estás avisado.
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